Entre algunos aspectos a trabajar, se encontrarían monitorear extracciones, evaluar manualmente la disponibilidad de agua y mejorar el conocimiento de la interacción entre aguas superficiales y subterráneas, entre otros.
En la ocasión se presentaron diferentes puntos de análisis respecto a la situación de este recurso. Entre ellos, Guillermo Donoso, investigador de la CDGA, se refirió a la gestión colectiva de las aguas subterráneas. “¿Por qué se gestiona inadecuadamente? La razón es la no exclusión y la rivalidad. La primera se refiere a que cualquier persona puede acceder a este recurso, y la segunda a que cuando alguien hace una extracción hay menos disponibilidad para otro”.
También se refirió a los desafíos específicos en aguas subterráneas, entre los que señaló “monitorear extracciones, evaluar manualmente la disponibilidad de agua, mejorar el conocimiento de la interacción entre aguas superficiales y subterráneas y construir una base de stakeholders”.
Respecto a las comunidades de aguas subterráneas afirmó que “hay poco desarrollo y debieran existir en zonas de prohibición. Hoy solo hay cerca de 12 comunidades constituidas. Tenemos una institucionalidad que les permitiría gestionar en forma sustentable, pero eso no se está implementando”.
Finalmente, señaló que los usuarios ven las aguas subterráneas como de libre acceso y que se debe cambiar ese paradigma.
Luego, el profesor Lieber Martin, de la Universidad de Cuyo, Argentina, explicó la realidad de este recurso en su país y específicamente en Mendoza. “En esta zona las áreas de prohibición y restricción se concentran en el sector norte, donde vive cerca de un millón y medio de personas”, explicó, agregando que hay una judicialización creciente de proyectos, que no existía hace 20 años.
Por su parte, la investigadora del CDGA, Daniela Rivera, abordó la sectorización de acuíferos, explicando que fragmentar y dividir las fuentes hídricas tiene sustento en el Código de Aguas. “En el caso de aguas superficiales se pueden administrar independientemente, pero en el caso de las aguas subterráneas, no está muy claro”.
Además, la investigadora planteó que “en el escenario actual necesitamos más información, potenciar el rol de comunidades de aguas y especialmente de juntas de vigilancia, planificación y gestión conjunta de todas las aguas de una cuenca”.
Finalmente, el director de la CDGA, Alejandro Vergara, hizo la presentación “Aguas del minero”, en la explicó cuándo las compañías de dicho sector tienen derechos de uso sobre los recursos hídricos que encuentran durante sus operaciones.
“Tiene que existir una concesión minera, las aguas deben ser efectivamente halladas y el hallazgo debe producirse en las labores de concesión minera y las aguas solo pueden usarse en labores de exploración y explotación”.
Junto a ello entregó tres ejemplos, o tres casos, en los que compañías mineras encontraron aguas en sus faenas y la resolución de la Corte Suprema al respecto.
Fuente: Revista Agua